Columna de Opinión: Sebastián Rios, Director Centro de Inteligencia de Negocios

El mismo objetivo: información de calidad para la toma de decisiones

La Inteligencia de Negocios (o BI, de sus siglas en inglés, Business Intelligence) es una disciplina que busca transformar grandes cantidades de datos en información útil para la toma de decisiones empresariales en todos sus niveles (operacional, táctico o estratégico). A lo largo del tiempo, esta disciplina ha sido nombraba de distintas formas: Extracción de Conocimiento desde Grandes Bases de Datos (en los 90), Minería de Datos (2000), Business Analytics (2006), Data Science (2010), Big Data (en la actualidad). Sin embargo, el objetivo siempre ha sido y será el mismo: generar información de calidad para una buena toma de decisiones.

Múltiples fines

La información que generan las aplicaciones de Inteligencia de Negocios puede ser utilizada para múltiples fines. Por ejemplo, se puede partir entendiendo el comportamiento de los clientes para ofrecer productos y servicios que se ajusten mejor a sus preferencias (Customer Intelligence); tambien es posible buscar problemas que ocurren con frecuencia en la producción de bienes o servicios, de tal modo de encontrar las causas y evitar dichas fallas (Process Mining); o descubrir

tendencias en tiempo real desde los comentarios en redes sociales (Social Network Mining).

En la década de los 90, las empresas (en particular, de países desarrollados) se dieron cuenta de que poseían enormes cantidades de datos a los que no se les sacaba provecho alguno. Estos datos, en principio, provenían principalmente de sistemas de información de áreas comerciales, sin embargo, a partir del año 2000 se comenzaron a considerar otras fuentes de datos como CRMs, ERPs, Sistemas ad-hoc, etc., las cuales provenían de otras áreas de la empresa.

Redes sociales

El año 95 surgió otra área interesante de la Inteligencia de Negocios llamada Web Mining -que luego se transformó en Web Intelligence- la cual pretende descubrir información valiosa desde los datos generados en sitios de comercio electrónico o cualquier sistema que opere en internet. Estos sitios, por su naturaleza abierta al mundo, hacían que fuera un desafío poder analizar sus (grandes) bases de datos. Una de las primeras iniciativas en esta área es la de Amazon.com con su algoritmo que permite recomendar libros basándose en la compra de otros clientes, la misma fue todo un éxito y abrió paso a la creación de más aplicaciones de Web Intelligence.

Hoy en día, incluso las redes sociales (Facebook, Twitter, YouTube, etc.), proveen datos valiosos para el negocio. Por ejemplo, es posible saber las tendencias de moda en un momento determinado del tiempo y, además, entender qué opinan los clientes de un producto o servicio específico. De esta manera, se puede obtener información concreta para poder decidir cuándo comenzar una campaña publicitaria, para qué productos es conveniente, durante cuánto tiempo, entre otros.

Por otro lado, dada la alta tasa de penetración de los smartphones en la sociedad chilena (alrededor de un 40%) es posible, mediante sus aplicaciones, asociar la ubicación geográfica a un comentario en una red social, lo que permite descubrir información valiosa de un lugar específico, como una sucursal, tienda, estación de transporte, etc. Uno de los mejores ejemplos de este tipo de aplicaciones es waze, que a primera vista puede verse como un programa de navegación por GPS. Sin embargo, cada vez que las personas que cuentan con la aplicación hacen uso de ella, la misma extrae valiosos datos, como por ejemplo la velocidad a la que circulan y en qué calles. De esta manera, el programa calcula automáticamente el grado de congestión vehicular y entrega información para poder optar por una mejor ruta y evitar atochamientos, accidentes, etc.

Más Innovación

Usualmente, sacar provecho de esta información requería grandes inversiones en equipos computacionales que fueran capaces de procesar tales cantidades de datos en corto tiempo. Hoy en día, no es necesario instalar un hardware costoso, pues es posible, por ejemplo, arrendar el procesamiento de los datos en la nube (Cloud Computing).

Además, es importante mencionar que el BI no solo permite tomar mejores decisiones, también es una fuente de innovación y emprendimiento tecnológico basado en información de calidad (ver www.ceine.cl).

 

Fuente: Ediciones especiales Emol